Conociendo a Molly

Una guerrera de cuatro patas

4/15/20251 min read

Hoy quiero presentarles a alguien muy especial: mi perrita Molly.

Es una pinscher de color café que ya tiene sus buenos años encima. Aunque la edad no viene sola —actualmente está lidiando con una artritis que la hace caminar más lento y a veces le causa dolor— sigue siendo una perrita valiente y llena de amor.

Molly tiene una personalidad muy particular. No es de esas perras que saltan encima de ti para saludarte. No. Ella es más seria, reservada… elegante, incluso. Pero a su manera, es profundamente cariñosa. Tiene ese don de hacerte sentir acompañada solo con su presencia. Su forma de decir "te quiero" es quedarse cerca cuando estás triste o apoyarse suavemente contra tu pierna como quien dice: “Estoy aquí.”

Verla envejecer ha sido un proceso emocional. Duele verla con menos energía, pero también ha sido una oportunidad para aprender a cuidarla mejor. A lo largo de este blog quiero compartir algunas de esas cosas que me están ayudando a darle una buena calidad de vida, a pesar de su artritis.

Algunos consejos que me han servido:

1. Visitas regulares al veterinario: Es clave tener un seguimiento constante. En nuestro caso, el veterinario nos recomendó un antiinflamatorio suave y suplementos con glucosamina.

2. Ejercicio moderado: Aunque ya no puede correr como antes, los paseos cortos le ayudan a mantenerse activa sin sobrecargar sus articulaciones.

3. Camas cómodas y cálidas: Molly ahora duerme en una camita acolchada, en un lugar sin corrientes de aire. La diferencia ha sido notable.

4. Mucho amor y paciencia: La rutina cambia, sí. Pero ese tiempo extra que le dedicamos a su bienestar también nos une más.

Este blog será un espacio para contar historias de Molly, compartir aprendizajes y, sobre todo, rendir homenaje a esa etapa de la vida que muchos perritos alcanzan con dignidad y ternura: la vejez.

Gracias por leer, y si tú también tienes un perrito viejito en casa, me encantaría saber de él o ella.